Manuel es un niño de 9 años que quiere ser arqueólogo.
Un día fue a la montaña con sus padre y cuando llegaron, él salió corriendo con su equipaje de arqueólogo. Empezó a cavar y cavar y...¡Que es esto! Manuel muy sorprendido por lo que había encontrado fue corriendo a por sus padres para que vieran que él sí que sirve de arqueólogo.
Sus padres al verlo dijeron: ¡Oh, madre mía pero qué es esto!¡Una cabeza de dinosaurio antiguo!¡Rápido hay que llevarlo al museo de antigüedades!
Llamaron al museo y un señor muy amable vino con una furgoneta para llevarse la cabeza de dinosaurio. La llevó al museo y le dijo a Manuel:
-Muy bien niño, de mayor podrías ser arqueólogo. Manuel muy contento le respondió:
-Sí, eso es lo que quiero ser de mayor.
¡Muchas gracias señor, hasta otra!¡Adiós!
La chica de agua