Estaba paseando Miguel y José, en un bosque una tarde de junio, de pronto se encontraron un mapa.
Miguel lo cogió impresionado para ver que decía. Vio que era un mapa de un tesoro, como a ellos le gustaba investigar se adentraron a la ventura. Preparados pues siguieron las indicaciones. Al pasar un rato siguiendo pistas, se encontraron la primera trampa. 
Ésta trataba de saltar un hoyo muy grande, al final lo consiguieron. A la media hora, apareció la segunda trampa la cuál debían de ganarle a un conejo gigante, y lo hicieron.
Siguiendo su camino llegaron a la tercera y última trampa, además era la más difícil, tenían que conseguir pasar una cueva oscura para llegar al tesoro, pasada pues consiguieron el tesoro y se llevaron una gran sorpresa, era de diamantes. A Miguel y a José le encantaban los diamantes, y además, era muy valioso, por lo que ricos y muy felices
Ibraim Afellay
