EL COLEGIO

En un pueblo donde muchas cosas de las que pasaban ahí decían que eran paranormales, cuando caía la noche siempre por las calles se escuchaban gritos y lamentos cerca de un gran edificio que era un gran colegio. De día parecía normal y corriente pero al sonar siempre el toque de queda los objetos del colegio todos, absolutamente todos los objetos cobraban vida.

Al caer todas las noches los objetos lloraban, se lamentaban y gritaban de dolor de lo mal que los cuidaban los niños. Todos los habitantes del pueblo al ver por las noche las sombras de los objetos al moverse pensaban que el colegio estaba encantado.
Un buen día al llegar la noche en el colegio entro una banda de ladrones; entraron todos en una clase para saquearla pero lo que los ladrones no sabían era que los objetos cobraban vida. Al entrar el reloj empezó a mover las agujas tan rápido que parecía que se iban a salir del reloj y mientras movía las agujas gritaba diciendo: ¡ que nos secuestran!.
Se separaron, empezaron a romper muebles ,lápices y lámparas y los demás objetos muy furiosos al ver que mataban a sus compañeros gritaron ¡ venganza!.Las ventanas y las puertas automáticamente se cerraron, los ladrones  intentando salir cogieron una silla para romper una ventana, los lápices salieron de los estuche disparados, directos a los traseros de los vándalos.Del dolor los vándalos se sientan en las sillas que iban a usar para romper las ventanas y estas empezaron a girar sobre si mismas.
Los vándalos llorando se juntaron con los demás para romper una gran pizarra, las tizas se sostenían solas en el aire escribiendo el la pizarra,¡ fuera de aquí bandidos !y los borradores al terminar las tizas de escribir la frase empezaron a echar una humareda de polvo de tiza .
Los ladrones envueltos por una nube de polvo se van con los demás ,los enchufes empezaron echar rayos por sus ojos electrocutando todo lo que se encontraban ,de la papelera empezaron a salir latas y restos orgánicos directos a la cabeza de los malhechores , la mitad del banda acabó rendida en el suelo.
La otra mitad de la banda saqueando otra clase. Las lamparas empezaron a echar destellos de luz para cegar a los malhechores los libros aprovecharon la ocasión para abofetearlos abriendo y cerrando sus hojas, en la clase de ciencias el esqueleto empezó a moverse y con una de sus manos se arrancó la calavera haciendo ruidos terroríficos con su mandíbula .
Las chinchetas del tablón salieron disparadas y cayeron al suelo todas boca arriba y cuando cayeron al suelo del miedo de lo del esqueleto cayeron de culo a las chinchetas ,y al final todos los vándalos salieron despavoridos  del colegio.
Los vándalos al día siguiente contaron todos a los vecinos del pueblo que el colegio estaba encantado y uno de los vecinos a los que le contaron lo de que habían entrado en el colegio ,localizaron al resto de la banda de los ladrones y todos los vándalos a acabaron en la prisión.
Seudónimo: El Barajas

¿LOS JUGUETES COBRAN VIDA?


Cada vez que me duermo se oyen ruidos procedentes del armario de mi habitación y no puedo dormir tranquila.
Una vez me levanté, encendí la luz y me encontré con una gran sorpresa. Los juguetes de mi habitación estaban hablando sobre un tema un poco raro . Hablaban de que su amigo que se fue hace tiempo estaba solo y  que no tenía nadie con quien jugar . Iban a hacer una asamblea para ayudarle.
Por la mañana me desperté, no tenía colegio y decidí escuchar lo que estaban hablando. Ellos no sabían que yo estaba escuchando, por eso siguieron con la asamblea. Decidieron que por la noche irían al armario a por él. Al principio, me pareció una tontería, pero me di cuenta que lo que decían era verdad. No jugaba con él, ni si quiera jugaba con los otros juguetes, y se sentían solos. Yo había crecido y ya no me gustaban, por eso los juguetes se sentían solos. Fueron a sacar el juguete del armario. Yo no sabía lo que hacer, no quería que se sintieran solos, por eso le pedí ayuda a una amiga. Ella me dijo que tenía una hermana pequeña, se los podía dar a  ella, ya que tenía pocos juguetes, porque era solamente una niña pequeña.
Al otro día, decidí que le iba a dar los juguetes a la hermana pequeña de mi amiga. Esa noche no oí ningún ruido porque los juguetes sabían que iban a estar todos juntos, y que ya tenían una niña con la que jugar y ya nunca iban a estar solos.
Pero también me iban a echar de menos, porque habían estado jugando conmigo mucho tiempo, ya no me volverían  a ver, por eso cada vez que me iba a casa de mi amiga iba a ver  mis juguetes y veía que se reían, porque había alguien que jugaba con ellos, y  con ella: eran felices, se reía con ellos, se divertía..... Al otro día, me dijo la hermana pequeña de mi amiga, que por la noche oía muchos ruidos, como de risas, yo le dije que eso era que sus juguetes, se sentían felices por estar con ella y porque jugara con ellos todos los días, por eso oías tantas risas.
Conmigo se sentían tristes y solos, porque no jugaba con ellos, en cambio, contigo se sienten felices y alegres porque juegas con ellos, no se sienten solos y tristes.
No cambies nunca, y no dejes de jugar con ellos, porque si no se sentirán solos y tristes, y dejaran de ser juguetes de verdad, por lo menos así se sentirán.

Seudónimo: Nube

LA HABITACIÓN ROJA



Erase una vez una niña llamada Rocío que en su habitación no paraba de hacer trastadas.


En la cama no paraba de saltar, la ventana estaba triste porque estaba sucia de tirarle tantos huevos, la mochila estaba rota de llevar tanto peso. El escritorio no paraba de hacer ruido con los cajones porque estaba lleno de ropa, y el armario estaba lleno de libros.


Un día Rocío se fué de excursión, mientras que ella estaba fuera, la cama empezó a protestar y dijo:
Esto se tiene que acabar porque cada vez vamos a peor.
Luego le dijo la ventana:
Sí, tienes razón porque a mí de tirarme tantos huevos estoy para hacerme una tortilla.
Y después dijo el escritorio:
Sí, ella tiene razón porque cada vez vamos a peor. Yo ya no puedo ni siquiera hablar porque tengo tanta ropa encima.
Y por último dijo la mochila:
Escritorio, yo te daré los libros mientras no vaya al colegio, pero cuando vaya me los devuelves.
En la excursión empezaron a hablar Rocío y su amiga María Isabel. 
Dijo María Isabel: Mi habitación es más bonita que la tuya.
Dijo Roció:No, la mía que es de color rojo.
Contestó María Isabel:
¡Pues la mía es naranja!
Ellas dos discutieron. María Isabel dijo:
Mañana iré a tu casa y veremos qué habitación es más bonita.
Rocío se quedó sorprendida cuando llegó a su habitación y  escuchó:
Oye!  si... tú, ¿no te das cuenta que nos estas haciendo daño?
Dijo Rocío:
¿Vosotros habláis?
Los muebles dijeron: Sí, pero arregla este desastre.
Ella empezó a recoger y mientras recogía pedía disculpas.  cuando lo arregló todo se quedó tranquila. Al momento sonó el timbre.
Quién llamó a la puerta fue su amiga María Isabel. Cuando pasó a su habitación se quedó alucinada.
Rocío dijo:
Nuestras habitaciones son las dos maravillosas.


Seudónimo: Color

A MIENEMIGOS



 

A vosotros siempre os han contado que los juguetes no tienen vida y no se mueven, pero en un país lejano mirad y escuchad atentamente lo que ocurrió:

Había una vez un país cuyo nombre no me acuerdo, había unos juguetes muy rotos y viejos. Todos los días por las noches tenían que arreglarse unos a otros porque sus dueños no los trataban bien.
Entonces un día se reunieron todos los juguetes en la plaza mayor del pueblo y nombraron rey a uno de los peluches al  que no trataban mal del todo. Entonces él proclamó la ley de que si sus dueños le hacían algo por la noche le devolverían lo que le hicieron a los peluches. Un día los juguetes se reunieron sin el rey porque tenían que hablar su nueva ley, entonces mataron al pobre rey. Se proclamó rey un cerdito con cara de bueno, sin embargo, era más cruel que el otro. Aún proclamó la misma ley y quien no la cumpliera, le mataría. Pero no le podían hacer nada, por que había programado a cuatro robots guardaespaldas para que le protegieran, aunque le costase la vida. El dueño del rey decidió que lo iba a dar a una guardería de niños pequeños, cuyo todos los días destrozaban algún peluche, el rey vio todos los juguetes que había allí que no movían un dedo porque no le destrozaran. Sus guardaespaldas lo llevaban a una jaula de arena donde no salían hasta el siguiente día. Los juguetes iban reflexionando,  pero no podían hacer nada enfrentándose al rey y morían en el intento.
Un día los juguetes se enfrentaron todos al rey y lo mataron, pero sin el rey no tenían nada que hacer contra los niños de la guardería y murieron.
Y entonces los niños jugaron con ellos hasta que no dejaron ni una sola costura tuerca o pieza del juguete.
Tras mucho tiempo unos científicos descubrieron que los juguetes podían andar y respirar y la gente los cuidaban tan bien que los tomaban como si fueran sus propios hijos.

Seudónimo: Flexible

LA HISTORIA DE UNA MESA


-Hola soy una mesa, si, has oído bien soy una mesa y me llamo Vanesa, os voy a contar mi  historia y la de mis amigos:

“Un día hace ya varias semanas, llegaba la tómbola a mi pueblo. Tres días antes de esta oí hablar a Noelia, es decir, mi dueña y a su madre Eva:
-¿ Qué vas a dar este año a la tómbola?-ya sabéis en la tómbola se dan objetos para subastarlos o venderlos y así recaudar dinero para campañas solidarias y...bueno seguimos con la conversación, no quiero molestar.
-Busca en tu cuarto y si encuentras algo dámelo.-dijo Eva.
-Vale mamá vuelvo en un momento.-respondió Noelia.
Yo lo oí todo desde mi cuarto...quiero decir, el de Noelia, luego la escuché subir y miré alrededor estaban todos jugando: la silla martina, la cama ramona, la estantería Maria...yo di tres  golpes en el suelo que significaba que alguien venía y... todos se colocaron y yo atenta a la puerta pensaba en que podía dar Noelia a la tómbola y... si era yo...y si...Noelia entró y deje de pensar en esas tonterías.
Noelia dio una vuelta a la habitación, luego cogió a Ana una silla rosa, roja y azul era muuuy pequeña Noelia la tenía desde los dos años según he oído,¡a si! creo que he olvidado mencionar que Noelia tiene once años pero eso no importa ahora, la cogió y llamó a su madre que trajo rápidamente una bolsa de basura y preguntó a Noelia si estaba segura de eso, también dijo que era un bonito recuerdo de su infancia, Noelia asintió con la cabeza y Eva cabizbaja se fue con la bolsa que contenía a Ana (la silla).
Noelia se tumbo en la cama y... bueno pensé que era mi oportunidad dije bajito a Roberto, uno de los libros que había sobre mí para que bajara a ver donde había dejado a Ana para llevarla traspasado-mañana a la tómbola, el edredón,azulín se enteró y la apretó fuerte contra la cama para que Noelia no pudiera levantarse y descubrir que Roberto se había ido. Estuvo así mucho tiempo, unos quince minutos, parecía que Noelia quería levantarse, me di cuenta de esto e hice una señal para que la soltara, me vió y la soltó fue corriendo al baño y yo al no saber que hacer empecé a dar golpes en el suelo para avisar a Roberto de que Noelia se había levantado, Eva alarmada gritó:
-¡Noelia!¿Que estás haciendo?¿Que son tantos golpes?
Entonces fue cuando Roberto entendió que fui yo la de los golpes así que aprovechó el momento en el que Eva fue a comprar un vestido para un baile en la antigua escuela para ver a sus compañeros de instituto o algo así, bueno Roberto subió y nos dio la información:
-He...he visto a Ana estaba... estaba...-dijo jadeando-en una bolsa negra de basura aunque, la verdad había mas bolsas pero, esa era la única que se movía.
Noelia se acercaba y yo di la voz de alarma, tres golpes en el suelo. Eva entró a la casa y dijo:
-Noelia vamos al parque ¿ quieres venir?
Noelia muy veloz cogió su abrigo,su bolso,su libreta,un lápiz...y bajo las escaleras muy deprisa, cerró la puerta y se fue.
Yo dije que deberíamos ir a rescatar a Ana todos dieron dos golpes en el suelo (significa sí)bueno todos excepto...una pequeña muñeca blanca de porcelana que dio un solo golpe (significa no)todos la miramos de manera malévola y fuimos escaleras abajo.
Llegamos al fin abajo, se acabó el festival de golpes que escalón a escalón los muebles hacíamos. Como iba diciendo, llegamos y preguntamos a Roberto adonde debíamos ir el empezó a dar vueltas y no sabía que decir, la mesa del comedor nos miró y dijo, entre otras cosas, que debíamos ir hacia la derecha y que teníamos poco sentido de orientación, nosotros confiados fuimos y abrimos un gran armario que estaba hasta arriba de bolsas, como mucho podía caber dos bolsas más. Entre tantas bolsas no sabíamos cual era la que contenía a Ana, volvimos a preguntar a Roberto y su respuesta fue:
-Esto... es que...¡no me miréis así, no era mi obligación! Yo...antes se movía.
Parecía que Ana se había cansado de moverse y viendo que era inútil, paró.
No sabíamos que hacer. Me quede pensativa pensé que solo había una opción, alguien pequeño y valiente debía entrar al armario e ir bolsa por bolsa dando pequeños golpes y cuando una de las bolsas se moviera, abrirla y sacar a Ana rápidamente. Me di cuenta de que no era posible ya que no había nadie que tuviera las condiciones adecuadas para encontrar a Ana y desatarla ya que estaba todos los libros pero, ellos no podían desatar ya que no tenían manos. Comunique la situación y todos cabizbajos nos dimos la vuelta para volver a la habitación.
Al darnos la vuelta vimos a...la pequeña muñeca de porcelana que dijo:
-He oído que necesitáis a alguien pequeño, valiente y con brazos y aquí estoy.-dijo un poco avergonzada.
-No importa pero date prisa creo que las oigo venir- dije yo.
Empezó a abrir las bolsas cuidadosamente;una tenia zapatos, otra ropa, otra juguetes de cuando Eva era pequeña...pero no había ni rastro de Ana.
Uno de los libros que estaba asomado a la ventana dio la señal de alarma justo en el momento en el que la muñeca había encontrado a Ana, ahora teníamos un problema menos pero de todos modos, Eva y Noelia nos iban a pillar, ¿que podíamos hacer?
Ya sé, deberíamos de ir al patio ellas nunca salían ya que estábamos en invierno no apetecía mucho salir, me dirigí rápidamente hacía la puerta del patio y, como es normal todos me siguieron, una vez allí todos nos camuflamos como mejor pudimos.
Pero... algo se me había olvidado,¡oh, no la muñeca de porcelana seguía dentro! Roberto se dio cuenta y entró a por ella dio varios golpes y la muñeca salio y dijo:
  He pensado que yo voy a irme a la tómbola y así rellenaré esta bolsa vacía, creo que alguien me acogerá y podre vivir con gente como yo.
Roberto, sorprendido fue a contarnos lo ocurrido y también que la de antes era una falsa alarma no eran ellas así que fuimos a la habitación de Noelia que al llegar se le hizo raro no ver a la muñeca pero en una semana se acostumbro.
Espero que os halla gustado mi historia, a si he olvidado decir lo agradecida que era Ana, cada vez que Noelia se iba, y creedme eran muchas veces, Ana nos daba las gracias por salvarle la vida.

Seudónimo: Chispa

LA LEYENDA DE LAS HADAS OBJETERAS


Lucía una niña encantadora, vivía con su madre Alicia, con su padre Jorge, y con su hermano de 5 años Álex. Una noche en su cuarto, Lucia notó una extraña sensación como si los objetos se movieran, encendió la luz y no había nada, entonces se durmió. Al día siguiente, por la mañana se lo contó a su madre que estaba en la cocina haciéndole a ella y a su hermano unas tortitas. La madre se quedó fascinada al oírlo, aunque no se lo creyó. También en el colegio lo comentó, sus compañeros la creyeron porque a ellos les pasaba lo mismo, intentaron averiguar algo, pero no lo consiguieron. Al cabo de un tiempo, Lucía volvió a investigar y colocó una cámara en su cuarto pero.....
Durante la noche el despertador empezó a hablar con la hucha y comentaron.
-¡Tenemos que apagar la cámara nuestra vida está en peligro! - dijo la hucha.
-Tienes razón vamos, rápido. - dijo el despertador.
El despertador fue, quitó el vídeo y lo borró después apagando la cámara.
A la mañana siguiente, Lucía vio que la cámara estaba apagada y no había vídeo. Se quedó fascinada, se lo volvió a contar a su madre que seguía sin creerla, así que de nuevo lo volvió a contar a sus compañeros. La siguiente noche los objetos, ¡TODOS LOS OBJETOS! desaparecieron  en la habitación. Solo quedaron las dos camas, el escritorio, la mesita de noche y el armario. Llamó a su madre y fue rápidamente a la habitación, se mareó y llamó rápidamente a su marido para que fuera a ver lo que pasaba. Llamó a los padres de los compañeros de Lucía para que se reunieran en la casa de Lucía para hablar de lo ocurrido.
Por lo visto en la televisión dieron un documental de las hadas objeteras que se meten en cualquier tipo de objeto de habitación, relojes, huchas, cuadros, muñecos.....
Por la noche la niña, durmiendo le entro ganas de tomar un vaso de agua así que ¡PUUM !

La niña se encontró una hada reboloteando por su habitación, llamó a sus padres  y fueron entrando las hadas con todos los objetos pero ahora todos los objetos venían hablando, unos andando y otros volando, sin ninguna ayuda de las hadas objeteras.

Seudónimo: Lirio

UN HERMOSO BAÚL


Había una vez en una ciudad de Londres una magnífica tienda de antigüedades, a la cual asistía una numerosa cantidad de clientes.
La señora Anne, dueña de la famosa tienda, sentía un cariño especial por una de sus antigüedades. Era un hermoso baúl de madera con complejos dibujos tallados por todos lados.

La señora Anne cuando se acercaba al baúl le parecía como si este tuviese vida. Ella le hablaba de sus cosas, de lo que ocurría en la tienda, de las cosas que le gustaban o molestaban. A veces, en las largas tardes de invierno, le contaba historias de cuando era joven, de sus hijos cuando eran pequeños...

Un día muy de mañana al acercarse a él, se dio cuenta  que estaba su tapa entreabierta. De éste salía una suave música y un perfume inigualable.  Anne subió muy despacito la tapa y de repente, se encontró dentro del baúl. Ella quedó sorprendida y un poco asustada, pero enseguida escuchó una  suave voz que le decía : Anne, querida Anne, no tengas miedo, soy yo quien te habla, tu hermoso baúl.
Ella se tranquilizó un poco, pero seguía sin entender lo que estaba ocurriendo.
No le importaba mucho porque allí sentía una paz inmensa.
Aquello era un mundo nuevo, lleno de alegría donde existían otros muchos objetos que tenían vida. Todos, amables y muy educados, se acercaron a conocerla y desde entonces se hicieron muy buenos amigos.
Anne como siempre empezó a hablar y no solo con su baúl, sino con todos y ellos le contestaban, le hacían preguntas, se reían mucho juntos, le hacían sentirse muy especial.
Llevaban como tres o cuatro horas charlando, riendo, cuando de pronto, se escuchó el tintineo de una campanilla. Era la de la puerta de la tienda. Anne rápidamente salió para atender al cliente.
Se trataba de un Señor muy apuesto y adinerado, el cual se enamoró del baúl. Le ofreció a Anne una gran suma de dinero por él y cada vez que ella inventaba cualquier excusa para no venderlo, el apuesto caballero le ofrecía más y más hasta que lo consiguió y se lo llevó.
Anne se quedó muy triste. La tienda sin su baúl ya no era igual que antes, no tenía con quien charlar, se sentía muy sola.

El caballero llevó el baúl a su casa, lo colocó en su habitación a los pies de la cama. Cuando se dormía el baúl empezaba a molestarlo, levantaba su tapa y la dejaba caer dando portazos.
A la semana de estar con él, el caballero ya no podía soportarlo más, y lo devolvió otra vez a la tienda. Le dijo a Anne que estaba defectuoso y que el dinero se lo podía quedar.
El salió en un pispás de la tienda, ya no volvió por allí nunca más.
Ella le estuvo muy agradecida y quiso obsequiarlo, pero no le dio tiempo. Cuando Anne entró al almacén a por un regalo para él y salió, ya no estaba.
La tienda se llenó de nuevo de alegría y Anne pasó el resto de su vida con su baúl. 

Seudónimo: La chica de agua  

LOS CHICOS DEL BOYERO


Erase una vez en la clase de sexto de primaria, que los objetos tomaron vida y entre ellos  hablaban mucho, no se  yo de que hablarían...
Todos los días cuando llegábamos a clase los objetos estaban muy raros: la papelera en otro lado, el ordenador tumbado... nos preguntábamos que pasaría, pero nadie sabía nada. Los maestros nos preguntaban si nosotros habíamos hecho algo y nosotros siempre le decíamos que no, no sabíamos nada.
Un día al llegar a clase,observamos que la pizarra hablaba sola, estábamos tan asustados, nadie sabía que pasaba, ella nos dijo que todos los objetos habían estado hablando toda la noche. Le pregunté de que hablaban, ella recuperó  su forma  normal y no dijo nada, yo estaba tan preocupada, ¿qué pasará? Me preguntaba todos los días a mí misma, no lo sabía nadie.
Un día todos los chicos de la clase  de sexto nos pusimos manos a la obra para descubrir que pasaba. Era viernes por la noche, todos íbamos vestidos de negro para que no se nos viera en la oscuridad, fuimos a la puerta de la clase y escuchamos vocecillas, ¿qué pasaría? Todos estábamos angustiados,  solo descubrimos que estaban haciendo un plan, pero ¿para qué?
Pasaban los  días y sin saber nada estábamos tan angustiados que ni los maestros nos mandaban deberes, diríais ¡Qué Suerte! Pero,  ¿ Cómo íbamos a tener suerte si los objetos de la clase hablaban ?Y nadie sabía el porqué.
Un día vi que los objetos hacían  pasacalles. Estaban hablando del cerro Boyero, decían que había un certamen literario de “El Boyero” en el colegio de Valenzuela. Todos los niños que quisieran podían participar fueran de Valenzuela o de otro pueblo.
Ellos querían participar pero no podían, eran objetos de clase, ¿cómo iban a participar? La historia decía que habían encontrado la mitad de una estatua de un hombre que le llamaban “El Boyero”. Ellos  querían encontrar la otra mitad pero, ¿cómo lo hacían? Solo eran objetos de clase.
Se pusieron en contacto con los niños de la clase de sexto y los chicos le dijeron que le ayudarían. Fueron al Cerro Boyero y allí buscaron y buscaron. Como era verano y  no tenían cole, pusieron unas tiendas de campaña y allí acamparon unas semanas
Durante esas semanas buscaron, buscaron y buscaron la otra mitad llevando una foto de la estatua de  “El Bolyero”.  Estuvieron buscando hasta que de pronto se cayó el lápiz a un hoyo y pidió ayuda. En un instante fueron todos a salvarle.
El lápiz dijo:
-¡Aquí está, Aquí está!
Todos Gritaron:
 ¿Qué ha pasado?
El lápiz dijo:
¡Aquí está, la otra parte de la piedra! ¡ La hemos encontrado!
Enseguida fueron a avisar a dos hombres y  ellos ansiosos subieron.
Dijeron:
-¡Aleluya, al fin alguien la encontró!
Y todos felices la llevaron a un museo hicieron unos actos se llevaron un premio y fueron muy felices.

Seudónimo: Piscina y Playita

TIGRESA


En un rincón de  la habitación tirada en  el suelo estaba Tigresa . !Ay!  se quejaba. Su dueña al dormirse le habia  tirado de los pies de la cama que es donde a ella le gustaba dormir. Alli  se sentia: protegida, calentita , segura...  cuando tenia miedo miraba  hacia arriba  y  se tranqui- lizaba  con solo mirar a su dueña  como dormia placidamente. Pero  ahora  estaba sola   en ese rincón tan oscuro y frio .  La madre de la niña  al  hacer la cama  no se dio cuenta de que tigresa no estaba en su sitio  y cerró la puerta  dejandola alli muerta de miedo. Miro hacia un lado  y vio  a un precioso hasky con un enorme lazo rojo al que no habia visto nunca . ¿Tu de donde vienes?   ¿quien te ha traido?     ¿ cual es tu sitio en la habitacion ?   . !Guau!  que preguntona eres,   soy un hasky me llamo machín  y vengo  del cuarto de su hermano, del fondo de un baúl. ¿Quien te ha traido? me trajo tu dueña. Oye sabras que yo soy el  peluche preferido  de ella.  No pretenderas  quitarme mi puesto. No claro que no, no  seas mal pensada mira donde estoy,  precisamente no es el mejor sitio de la habitación. Pero me conformo con estar aquí, porque el otro sitio si que era malo,  estaba apretujado  entre un montón de peluches que pasaban la noche discutiendo quien seria el rey del baúl . Habia un gallo,  con una mala leche, no habia noche que no me picase, Dios quiera que no venga pacá .Asi que conprenderas que estoy en la gloria . Desde que entre en la habitación  y te vi  me parecistes  el peluche más bonito del mundo con ese color canela  y esas rallitas negras,  pero lo que más me gusta es ese brillante oziquito.  Quien te regalo ese precioso  collar que llevas en el cuello.¿Que son bolitas? no son cascabeles, el rojo es el que más suena me lo regalo mi dueña,al volver de unas  vacasiones.  Jo, que suerte a mi nadie me ha regalado nada. Esta mañana te he  oido quejarte, ¿que te pasa?  que mi dueña me ha dejado tirada, se hace mayor y ya no me quiere tanto. No digas mentiras,  yo creo que ha sido un descuido, ya verás cuando  vuelva te pondrán encima de la cama. ¿Tu crees?,  claro que si.chissss... que vienen, se abre la puerta y aparece la dueña. ¿Que haces en el suelo? te vas a ensuciar,y diciendo esto la levanto hacia arriba y la coloco en los pies de la cama. Pero tigresa muy habil agarro con su larga cola al precioso hasky gris y lo subió hacia arriba, ¿Quien es este? Ah ya se, es machin, este perrito era de mi hermano. ¿Ahora es tu amigo? me parece muy bien. Lo dejaré aquí a tu lado, te hará compañía cuando yo este en el cole. Y lo puso a su lado en los pies de la cama.

Seudónimo: Aurea

PROBLEMA EN LAS ALTURAS


Era un hermoso día de primavera, exactamente el 15 de Mayo, fiesta y romería de San Isidro Labrador en Valenzuela.
Me había levantado muy temprano para organizar mi mochila para irme a la romería; palas, coches, el bocata, zumo, agua y una chuchería.
Cuando volví a mi habitación había un gran alboroto de todos mis juguetes.
Todos ellos se movían y hablaban a la vez.
Entré dentro, pero ellos seguían gritando y peleando. No sabía que ocurría, hasta que mi conejito Lulú silbó muy, muy fuerte y todos quedaron en silencio. De esta forma una
vez serenados, los juguetes decidieron poner a un representante o delegado el cual sería el que me transmitiese el problema.
Ellos por votación y mayoría cogieron a mi osito Oscar como delegado.
Éste se bajó de la cama y me tiró de la camiseta, le miré a los ojos y entendí que había un problema que necesitaba solución.
Nos sentamos en la alfombra de mi habitación y hablamos largo y tendido, pero sobre todo tranquilos y sin gritos.
El osito Oscar, me contaba lo disgustados y enfadados que estaban los juguetes, así como libros y peluches, que estaban situados en las estanterías más altas, ya que apenas los cogían para jugar y divertirse, por lo que se sentían solos y tristes.
La verdad que no me había dado cuenta de esta situación.
Me sentí muy triste por el problema y contento por contar conmigo para resolverlo.
Finalmente dimos con una posible solución “ alternar cada dos meses los juguetes, libros, peluches...de lugar y posición” pasando y rotando los de arriba/abajo y los de abajo/arriba.
Mi osito Oscar y yo trasladamos la posible solución al resto de juguetes de la habitación y casi todos la dieron por buena.
Salvo, mi perrito Lucas, que sí que le gustaba estar siempre en las alturas pero los demás respetaron su decisión.
El acuerdo fue casi unánime, excepto por mi osito Balú, que refunfuñaba y no le gustaba, pero comprendió que si la mayoría le parecía bien, él también aceptaba.
Así una vez ya todos de acuerdo, los cogí uno por uno y los puse en la alfombra e hicimos una gran fiesta con todos juntos con los de ARRIBA Y CON LOS DE ABAJO, y donde un gran cuento y abrazo no faltó.
Estuve con ellos hasta las 12:30, hora en la que mis amiguitos pasaron a recogerme para irnos a la romería,
Me fui feliz, al verlos a ellos satisfechos y contentos.

AZULIN, AZULADO ESTE CUENTECITO SE HA ACABADO

LOS OBJETOS Y MUEBLES DE MI HABITACIÓN HABLAN Y SE QUEJAN



Nerea era una niña de 7 años. Tenía una habitación muy pequeña en ella, había: un armario, una silla, una mesita de noche, una cama y una lámpara.
Por la noche su objetos y muebles estaban toda la noche hablando y quejándose. Paula, que era la madre de Nerea, oía los ruidos, pero cuando se levantaba para ver lo que pasaba, se volvía todo normal.
Una mañana le dijo Paula a Nerea: Nerea, tú no oyes ruidos por la noche. Ayer por la noche, me levanté porque oí unos ruidos, pero luego no había nada.
Nerea le dijo a Paula: Mamá tu lo estarías soñando, porque yo por las noches no oigo ni un ruido.
Nerea se fue al colegio, le contó a todos sus compañeros y a su maestra lo que su mamá le había dicho.
Sofía su compañera, le dijo que ella también por las noches oía ruidos y le pasaba lo mismo que a su mamá.
Ese día por la noche, la niña se despertó porque había oído ruidos y los descubrió, desde ese día la niña descubrió que sus objetos y muebles eran mágicos.
Por la mañana, le contó el secreto a su hermano Pablo.
Todas las noches Nerea va a hablar y quejarse con sus objetos y los muebles porque a ella le pega y a los muebles les pega patadas.
Los compañeros de su clase: Juan, Sofía, Antonio, Sara, Judit, Joaquín y la maestra Maiten se quedaron ilusionados por lo que le había contado Nerea porque solo lo sabía ella.
El fin de semana Nerea y su familia se fueron de camping y los objetos y muebles se quedaron solos en la casa.
Los objetos y muebles ya no se quejaban porque estaban solos y nadie los maltrataba. Y desde el día que Paula le contó eso a su hermano, ya nunca jamás Pablo ha vuelto a pegarle patadas a los objetos y muebles de su hermana.
Seudónimo: Arco Iris

AVENTURAS DE UN LIBRO


Hace un tiempo yo era un libro muy feliz. Lo tenía todo, vivía en una casa muy bonita en el campo, rodeada de flores, animales, juguetes y otros libros.
Mi lugar preferido de la casa era la habitación de mi mejor amiga una niña llamada Susana. Una habitación preciosa, pintada de rosa y con muchas estanterías llenas de libros y algunos juguetes muy ordenados, allí pasábamos unas tardes muy divertidas y entretenidas.
Todos los días esperábamos con impaciencia que ella llegara del colegio.
Susana nos cuidaba muy bien, se pasaba la tarde leyendo o haciendo cómics. Siempre estábamos en movimiento de un lado para otro.
Nos compartía y cambiaba con otras niñas.
A veces hacía fiesta del libro, venían sus amigas a casa y todas leían un trocito. “Era muy divertido”.
Pero un día todo empezó a cambiar, cuando Susana cumplió ocho años y le regalaron unos juguetes, una PSP y un ordenador. Se pasaba el tiempo con ellos y a nosotros ni caso.
Esa habitación que antes nos parecía tan bonita y divertida ahora se había convertido en un desencanto.
Todos tristes, desaliñados y polvorientos nos reunimos para buscar una solución, para hacerle comprender de que aun nosotros existíamos, y le explicamos lo mal que lo estábamos pasando y como nos sentíamos. Que queríamos seguir como antes, y que nos valorara y no nos olvidara, pues podría compartir su tiempo para todos, y si no podía ser, que nos llevara a otra casa donde pudiéramos hacer felices a otras niñas. La reunión fue todo un existo y muy emotiva.
Susana nos escuchó y comprendió enseguida aunque un poco asombrada.
Ella nos dijo que los había hecho sin intención de hacernos daño y que no nos abandonaría jamás, que éramos muy importantes para ella y todo volvería a ser como antes, que los libros son sabios y sus mejores amigos de aventuras.
Todos unidos y movidos por la misma causa fuimos escuchados y recompensados y volvimos a ser felices. 


Seudónimo: Flora

LOS JUGUETES ORDENADOS


 

Érase una vez un niño que cambió de casa y al llegar a su nueva habitación vió que estaba llena de juguetes, cuentos, libros, lápices... todos perfectamente ordenados.
Ese día jugó todo lo que quiso, pero se acostó sin haberlos recogido.
Misteriosamente, a la mañana siguiente todos los juguetes aparecieron ordenados y en sus sitios correspondientes. Estaba seguro de que nadie había entrado en su habitación, aunque el niño no le dió importancia.
Y ocurrió lo mismo ese día y al otro, pero al cuarto día, cuando se disponía a coger el primer juguete, éste saltó de su alcance y dijo "¡No quiero jugar contigo!". El niño creía estar alucinado, pero pasó lo mismo con cada juguete que intentó tocar, hasta que finalmente uno de los juguetes, un viejo osito de peluche, dijo: "¿Por qué te sorprende que no queramos jugar contigo? Siempre nos dejas muy lejos de nuestro sitio especial, que es donde estamos más cómodos y más a gustito ¿sabes lo difícil que es para los libros subir a las estanterías, o para los lápices saltar al bote? ¡Y no tienes ni idea de lo incómodo y frío que es el suelo! No jugaremos contigo hasta que prometas dejarnos en nuestras casitas antes de dormir"
El niño recordó lo a gustito que se estaba en su camita, y lo incómodo que había estado una vez que se quedó dormido en una silla. Entonces se dió cuenta de lo mal que había tratado a sus amigos los juguetes, así que les pidió perdón y desde aquel día siempre acostó a sus juguetes en sus sitios favoritos antes de dormir.

Seudónimo: Caballo Blanco