Un día mi amigo Alberto vino por mi y por Milena, para ir a jugar al parque.
Milena y yo, nos montamos en el columpio y Alberto se fue al tobogán. Alberto me pidió el columpio y yo se le dije. Cuando me estaba bajando del columpio se me enredo el pie entre la cuerda y me caí. Alberto y Milena me levantaron con mucho cuidado y Milena me dio un chicle para calmarme.
Alberto decidió jugar al escondite, a nosotros nos pareció una idea genial, Milena se escondía muy bien y casi nunca se la quedaba, mientras que a mí me encontraba siempre.
Después jugamos a hacer barro, yo me llene las zapatillas, los pantalones y la camiseta, Alberto piso una piedra y se cayo al barro que habíamos hecho.
Ya se estaba haciendo de noche y nos fuimos a casa, Alberto y yo somos de la misma calle y cuando pasamos las mujeres que estaban al fresco se empezaron a reír de nosotros. Llegue a mi casa y cuando mi madre me vio me regaño un montón.
Josefina