LAS ARDILLAS

Hace mucho tiempo, me conto mi abuela, que en el cerro Boyero vivían dos ardillas, una se llamaba Carlota y la otra Esmeralda, eran de color marrón, se distinguían porque Carlota tenía una mancha en la frente de color blanca.

Una mañana muy temprano, se levanta Carlota de su cama, que estaba en lo alto de una encina, para darle una sorpresa a su hermana Esmeralda, preparándole el desayuno.

Empezó a alejarse, un poco de los alrededores de su casa, para ver si encontraba algunas bellotas mas grandes y jugosas, las encontró pero cuando volvía con ellas en una cesta, tuvo un percance, tropezó y cayó, y se derramaron todas las bellotas, se le cayeron por un barranco.

Esmeralda se despierta y empieza a llamar a su hermana Carlota, al ver que no le contesta, sale fuera del árbol y empieza a buscarla, se la encontró después de un buen rato saltando de encina en encina, llorando debajo de una encina, lamentándose por lo que le había ocurrido

Pero Esmeralda como era una ardilla muy buena, le agradeció mucho a su hermana lo que quería hacer para darle la sorpresa, empezaron de nuevo a recoger las dos, bellotas, y volvieron a su casa para desayunar juntas, y desde ese día ya no volvieron a separarse mas, ni para buscar comida.

Colorín, colorado este cuento tan ardillado se ha acabado.

Antonella