A MIENEMIGOS



 

A vosotros siempre os han contado que los juguetes no tienen vida y no se mueven, pero en un país lejano mirad y escuchad atentamente lo que ocurrió:

Había una vez un país cuyo nombre no me acuerdo, había unos juguetes muy rotos y viejos. Todos los días por las noches tenían que arreglarse unos a otros porque sus dueños no los trataban bien.
Entonces un día se reunieron todos los juguetes en la plaza mayor del pueblo y nombraron rey a uno de los peluches al  que no trataban mal del todo. Entonces él proclamó la ley de que si sus dueños le hacían algo por la noche le devolverían lo que le hicieron a los peluches. Un día los juguetes se reunieron sin el rey porque tenían que hablar su nueva ley, entonces mataron al pobre rey. Se proclamó rey un cerdito con cara de bueno, sin embargo, era más cruel que el otro. Aún proclamó la misma ley y quien no la cumpliera, le mataría. Pero no le podían hacer nada, por que había programado a cuatro robots guardaespaldas para que le protegieran, aunque le costase la vida. El dueño del rey decidió que lo iba a dar a una guardería de niños pequeños, cuyo todos los días destrozaban algún peluche, el rey vio todos los juguetes que había allí que no movían un dedo porque no le destrozaran. Sus guardaespaldas lo llevaban a una jaula de arena donde no salían hasta el siguiente día. Los juguetes iban reflexionando,  pero no podían hacer nada enfrentándose al rey y morían en el intento.
Un día los juguetes se enfrentaron todos al rey y lo mataron, pero sin el rey no tenían nada que hacer contra los niños de la guardería y murieron.
Y entonces los niños jugaron con ellos hasta que no dejaron ni una sola costura tuerca o pieza del juguete.
Tras mucho tiempo unos científicos descubrieron que los juguetes podían andar y respirar y la gente los cuidaban tan bien que los tomaban como si fueran sus propios hijos.

Seudónimo: Flexible