LOS OBJETOS Y MUEBLES DE MI HABITACIÓN HABLAN Y SE QUEJAN



Nerea era una niña de 7 años. Tenía una habitación muy pequeña en ella, había: un armario, una silla, una mesita de noche, una cama y una lámpara.
Por la noche su objetos y muebles estaban toda la noche hablando y quejándose. Paula, que era la madre de Nerea, oía los ruidos, pero cuando se levantaba para ver lo que pasaba, se volvía todo normal.
Una mañana le dijo Paula a Nerea: Nerea, tú no oyes ruidos por la noche. Ayer por la noche, me levanté porque oí unos ruidos, pero luego no había nada.
Nerea le dijo a Paula: Mamá tu lo estarías soñando, porque yo por las noches no oigo ni un ruido.
Nerea se fue al colegio, le contó a todos sus compañeros y a su maestra lo que su mamá le había dicho.
Sofía su compañera, le dijo que ella también por las noches oía ruidos y le pasaba lo mismo que a su mamá.
Ese día por la noche, la niña se despertó porque había oído ruidos y los descubrió, desde ese día la niña descubrió que sus objetos y muebles eran mágicos.
Por la mañana, le contó el secreto a su hermano Pablo.
Todas las noches Nerea va a hablar y quejarse con sus objetos y los muebles porque a ella le pega y a los muebles les pega patadas.
Los compañeros de su clase: Juan, Sofía, Antonio, Sara, Judit, Joaquín y la maestra Maiten se quedaron ilusionados por lo que le había contado Nerea porque solo lo sabía ella.
El fin de semana Nerea y su familia se fueron de camping y los objetos y muebles se quedaron solos en la casa.
Los objetos y muebles ya no se quejaban porque estaban solos y nadie los maltrataba. Y desde el día que Paula le contó eso a su hermano, ya nunca jamás Pablo ha vuelto a pegarle patadas a los objetos y muebles de su hermana.
Seudónimo: Arco Iris