Ilustración: María Monescillo
Desde mi ventana
veo el Cerro Boyero
y me gusta,
lo veo todos los días,
es bonito.
El año pasado
dije que iba a subir al Cerro Boyero
a descubrir la otra parte del Boyero
pero no lo he hecho,
no he tenido tiempo.
Desde mi ventana
veo el Cerro Boyero
rodeado de olivos
y delante muchas casas.
¡Oh que blancas y hermosas son!
Lo digo de verdad.
Desde mi ventana
veo el calvario
rodeado de olivos
y pájaros volando
sobre el cielo azul.
Diver.