Para comenzar, unas pistas

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  • Denominamos Iberos al grupo de pueblos que habitaron la península Ibérica entre los siglos VI a.C. y II a.C.

  • Las últimas teorías consideran que los Íberos llegaron a la Península Ibérica desde el Norte de África, asentándose fundamentalmente en la costa mediterránea y al sur, donde crearon diversas culturas de las que aún hoy se conservan restos arqueológicos de gran importancia.

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¿Sabías que...?

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En Valenzuela, varias hipótesis confirman que existió un asentamiento ibérico en lo alto del Cerro Boyero pues los poblados, constituidos en oppida o ciudad fortificada, se asentaban normalmente en lugares altos, fácilmente defendibles desde donde tenían el control visual de un amplio territorio.

Es en este lugar donde se han encontrado restos arqueológicos de diversa índole (vasijas, monedas etc.), entre los mismos una pieza de piedra “El Boyero” que se encuentra en el museo de Alcalá la Real en Jaén. En ella se manifiesta la figura humana tallada en relieve. Esta obra, por sus características es un buen ejemplo de cultura ibérica, en la que confluyen influjos mediterráneos (griegos y fenicios principalmente) y autóctonos.

Microrrelato:
Ahora deja volar tu fantasía y creatividad y cuéntanos un poco más del Boyero: ¿hombre?, ¿mujer?, ¿niño?, ¿niña?...¿qué representa?...¿porqué tiene un dedo en la oreja?; porque …es un dedo ¿no?
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¿Qué representa ese dedo?

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Por segundo año el CEIP Nuestro Padre Jesús convoca el Concurso Escolar Literario "El Boyero".

El Boyero es un relieve encontrado en el Cerro Boyero en cuyas laderas se asienta nuestro pueblo: Valenzuela.

En la cima del Cerro Boyero hubo un asentamiento Íbero del que hoy quedan restos. Junto con los cercanos de "Obulco" en Porcuna (Jaén), "Ituci" (Torreparedones) en Baena y Castro del Río e "Iponuba" en el Cerro Minguillar de Baena, constituían una red de asentamientos situados estratégicamente que contribuían a la defensa del territorio.

El relieve se encuentra en el Museo Arqueológico Municipal de Alcalá la Real. Nadie sabe bien como llegó allí. Presenta en su oreja derecha, una forma que es interpretada como un dedo por Juan Antonio Pachón Romero, Tadea Fuentes Vázquez y Antonio Ramón Hinojosa Pareja, que han investigado el mismo. (Podéis disponer de su trabajo en clicando en la imagen del Boyero de la barra lateral).

A nosotros también nos parece un dedo. Pero, ¿qué significa ese dedo?, ¿qué hace ahí?, ¿a quién pertenece? Al parecer es un hombre con barba, ¿era joven?, ¿era viejo?, ¿a qué se dedicaba? Sin duda era una persona importante, ya que le hicieron un relieve. O quizá se lo mandó hacer el mismo...

Si imaginamos como sería su vida hace más de 2.300 años, quienes serían sus amigos, sus parientes, qué comía, cuales eran sus temores y cuales sus entretenimientos, nuestra mente no encuentra manera de parar... Y precisamente ese es el tema de nuestro certamen de este año. Queremos que voléis con vuestra imaginación a la época de los íberos y que entre todos creemos ese mundo donde vivió el Boyero y que hoy está perdido.

En la barra lateral hemos puesto algunos enlaces para que sepas quienes eran, y cómo vivían los íberos. También algunas imágenes de reconstrucciones de sus casas, sus vestidos, su escritura...

Esperamos que os sean de ayuda, aunque seguro que vosotros mismos encontraréis información sobre el mundo ibérico. Entre todos seguro que conseguimos imaginar la vida cotidiana de este vinagorro tan especial y deleitarnos con las muchas aventuras e historias que seguro que vivió. ¡Ah! y encontrar una explicación a ese misterioso dedo.

Os deseamos suerte a todos.

Un saludo

El Claustro de Profesores
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Algunos videos sobre la vida de los íberos

Los turdetanos: los íberos de aquí

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Los Turdetanos fueron un pueblo íbero que habitaba en la Turdetania, región que abarcaba el valle del Guadalquivir desde el Algarve en Portugal hasta Sierra Morena, coincidiendo con los territorios de la antigua civilización de Tartessos.

Descendientes históricos de los Tartessos, tenían una personalidad propia dentro de la cultura de los íberos. Ésta se caracterizaba por un tipo de cerámica, pintada y con decoración geométrica, escultura animalística que en época romana se continuó con figuración humana.

Tenían características que les diferenciaban del resto de pueblos íberos. Tenían una lengua propia, descendiente del idioma tartésico, y un alfabeto propio, siendo el único pueblo que no adoptó el de los íberos. La otra diferencia fundamental son las particularidades en las necrópolis y enterramientos.

Según Estrabón, la agricultura fue muy importante y muy variada. Según Varrón, éstos ya conocían el arado y el trillo antes de la llegada de Roma, por influencia de Cartago. Cultivaban cereales, olivo y vid.

Sobre ganadería, se sabe que criaban bueyes, ovejas, y caballos. Se conoce la cría de ovejas por la industria textil asociada, como muestra la gran cantidad de fusayolas y pesas de telar encontradas en algunas tumbas.